PMS

Hace mucho tengo ganas de escribir una entrada que me lleve tiempo hacerla. A lo que voy, es a que siempre mis entradas las hago en aproximadamente quince minutos, o a veces menos. Estaría bueno tener que tomarme mi tiempo para realmente pensar lo que quiero decir, para releer, modificar, volver a pensar.
Por ejemplo, hasta hace un instante, estaba mirando el esmalte de mis uñas, pensando en todo,en la canción que suena (El Pobre- Attaque 77), en mi sueño de ayer a la noche, en el partido del Domingo, en que tengo que pintarme las uñas. En todo menos en que escribir acá, y aunque suene raro, me gusta. Me gusta la idea de no tener nada para contar y estar hacíendolo igual. En realidad hay muchas cosas sobre las cuales hablar. Estoy en un momento rarísimo y tengo que reconocer que hace tiempo no me sentía así. Tengo días de máxima felicidad y tengo otros de terrible angustia. Tengo una increible capacidad como para hacer que algo mínimo pueda llenar mi día de felicidad, pero también la tengo para que algo que no me gusta, torne mi día a gris, gris bien oscuro.
Hoy no tengo ganas de dar ejemplos. Estoy generalizando bastante, a pesar de que mientras cortaba las cebollas que ahora se reahogan, pensaba en cuantos errores cometí en el pasado por generalizar.
No pude con mi genio y ahora además de escuchar el ruido de las cebollas, zapallitos y otras verduras, me saco el esmalte de las uñas. Mientras me quedé meditando nuevamente acerca de esos errores, no pude resistir la necesidad de levantarme y ver que hay detrás de esa jarra que está sobre la mesada, que hace que el color del agua que hay dentro de ella sea de color rosa. Era la caja de "Actrón mujer".Durante esos minutos también cambié de canción, miré la hora en mi celular, pensé en si los zapallitos no se estaban pasando, recordé la inscripción a Portugués,  me seguí sacando el esmalte de las uñas, y seguramente pensé en muchas otras cosas más, pero ahora no las recuerdo. Estoy contenta, creo que ya superé mi tiempo record, me puedo ir en paz, aunque todo lo que esté arriba no tenga sentido, y aunque a nadie le importe que el color de mis uñas ahora sea el natural, yo me siento mejor.