SIEMPRE A PUNTO DE CAER

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jueves, 11 de marzo de 2010

Costumbres no argentinas

Estamos acostumbrados a estar acostumbrados. Las cosas que creemos que son las correctas, son las que nos fueron impuestas, las vemos en los demás, las experimentamos y ponemos en prática.
Estamos acostumbrados a que las relaciones sean entre un hombre y una mujer, y por lo tanto, que los hijos que son fruto de esa relación, necesiten de una imagen paterna. ¿Y si desde un principio las cosas hubieran sido de otra forma? ¿Si estuvieramos comandados bajo las ordenes del poliamor? ¿Necesitaríamos una imágen paterna?
¿Nunca les pasó haber repetido algo tantas veces que hasta se tornó real? Una mentira, una verdad, algo.
Cuántas veces dije, estoy mal por algo, y me acostumbré a decirlo, y entonces es un estado constante, en el que siempre estás mal por lo mismo, porque vos lo decís, y lo decís todo el tiempo, entonces te acostumbras y en vez de ponerte a pensar ¿cómo estoy? decís, estoy mal.
Estos son los ejemplos que vienen a mi mente ahora, pero estoy segura de que hay miles.
Todo es una cuestión de costumbre, y siempre la misma, va a ganarle al placer.
Es difícil cambiar, dicen que el miedo al cambio es el mayor miedo de los hombres. Una vez, en quinto año volvía a mi casa con una de las personas mas interesantes que conocí en el colegio, Alejo. El me dijo,tengo que cortarme el pelo, pero no sé, así me gusta.... Tengo miedo, tengo miedo al cambio, como dijo la profe... Y si, hasta con la cosa más simple como puede ser cortarse el pelo, como decidir con quien pasar el resto de tu vida, en todo la costumbre y el miedo juegan sus papeles, y ahi están, en una lucha constante en la cual, POR AHORA, y solo por ahora, la costumbre se proclama victoriosa...

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