Mi novela

Los siguientes echos y/o personajes son ficticios cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.

• Bien, tenemos al que a pesar de que siempre se mantenido en una postura bastante lejana, en cualquier momento va a comenzar a recordarme más de lo que ya lo hace a Ro Berdullas, por lo tanto, generará en mi una sensación de total rechazo. De todas formas no deja de ser inteligente e interesante. Se rie de mis ocurrencias.
• Por otro lado, tenemos al personaje de buen corazón, simpático y gracioso. Tiene un pensamiento bastante mediocre y no sale del sentido común y en varias situaciones me irrita. De todas formas cuando las emociones son lo que prevalecen me agrada.
• Es lo que se diría perfecto. Inteligencia, belleza, rapidez mental, encanto...Tiene todo lo que cualquiera esperaría de un hombre pero ¿está de mi lado?Cuando me habla no hago más que perderme en el sonido de su voz, a veces no puedo concentrarme en lo que dice. Por alguna extraña razón no puedo enojarme con él. Cuando es muy protocolar me gusta, pero cuando se encuentra en estado puro me encanta.
•  No puede decir una oración respetando género y número, pero tiene un gran corazón. Es simple, honesto y una gran persona, pero no tenemos nada que ver a pesar  de que sus faltas de ortografía son simpáticas. Siempre me dice cosas lindas y tiene una autoestima increible. Por suerte ya no anda en moto, aunque no volvería a salir con él.
• Bueno... simplemente es él. Pero no sé, por momentos también está bastante lejos de ser lo que quiero. Por momentos es TODO. Por lo tanto, como el siguiente a describir me dijo una vez, cuando no estás segura de decir o hacer algo, mejor comete una milanesa.
• Es demasiado poético y me irrita con facilidad. Me molestan sus intentos de hacerme sentir inferior, sobre todo porque lo logra. Parece duro pero debe tener alguna parte sensible, en algún lado. Con el soy realmente distinta, o en realidad soy más "yo" de lo habitual. Se fija demasiado en cosas sin importancia y tiene escapes que pueden llegar a resultarme interesantes. Siempre intento estar a su nivel y acoplarme a su indeferencia, aunque por momentos me sorprende.